jueves, 3 de diciembre de 2009

RUTA COMPLICADA (hacia el maratón Navidad 2009)

Ya a comienzo del año me había planteado como reto volver a correr la distancia de 42K. En un principio pensaba entrenar los primeros 3 o 4 meses del año con vista a un hipotético maratón llamado 42K en la ciudad y que se iba a llevar a cabo en Abril o Mayo.  Este fue postergado y después definitivamente cancelado, por lo que tuvo que aparecer FUNDEMECA y rescatar la organización de la única prueba en esta distancia que se hace en Venezuela.

Si bien durante gran parte del 2007 y todo el 2008 había estado sistemáticamente entrenando y haciendo carreras , lo máximo que había corrido eran 21K en asfalto, en 3 oportunidades, y la carrera Hebraica (24K) en montaña.  Esta carrera considero yo, es tan dura como puede ser un maratón, aúnque como es bien sabido, la montaña y el asfalto tienen, cada una, sus propias exigencias.

Si bien terminé la Hebraica en un tiempo más o menos acorde a mis espectativas (4h 6') sentí que me faltó entrenamiento.  Esa sensación de que terminaste más por terco que por estar en buena forma, esos amagos de calambres, ese sentimiento en algún punto de la bajada de Duarte de que no puedes dar un paso más, esas intensas agujetas post carrera, no eran sino confirmación de aquello: No llegué suficientemente entrenado a esa carrera.

Así pues, la decisión de correr 42K, debía ir aparejada con la planificación adecuada (16 semanas me había planteado).  Cuando ya en Febrero anunciaron la suspensión, no quedó sino "engavetar" los planes.  Mientras tanto, el año había empezado muy promisorio con un buen tiempo en la Avila Race, muy buenas sensaciones en el Ecotreking del Jarillo, un podio en la primera válida del circuito Gatorade de carreras de montaña y por fin, poder cumplir un viejo anhelo: Hacer el treking del Roraima.

Y justamente en ese treking aparece lo que viene a marcar un punto de inflexión en mi actividad deportiva:  Esguince en el tobillo, agravado por tener que caminar 30K lesionado, casi 4 meses de inactividad, pérdida de condiciones, lenta recuperación, desmotivación.

Digo que es un punto de inflexión porque a 8 meses de aquéllo, veo que los antecedentes previos a ese momento ya no son valederos, que es casi como empezar de nuevo.  Me explico: Si antes mis tiempos en 10K rondaban los 45' ya eso no va más.  Corrí la Caracas rock en 53' y la Nike en 51' largos.  Así pues debo adecuar mis espectativas a esta realidad. Aún no me he probado en 21K, pero me imagino que ni soñar con la 1h 44' que estaba haciendo casi con precisión cronométrica.  Supongo que debo conformarme con alguito menos de 2 horas.

Con todo y eso, aquélla idea de los 42K salió nuevamente a flote, y ya con fecha fija "planifiqué" un entrenamiento de 12 semanas.  Las comillas son porque en realidad todo mi plan consistía en hacer 3 sesiones semanales de carrera: una de intervalos (más bien largos, desde 800 m a 2000 m.), otra de Tempo (tratando de encontrar el ritmo apropiado para mi) y otra de carreras largas (incrementando progresivamente las distancias).  Esto sin mucha precisión de dias ni horas, sujeto a las exigencias del trabajo y condicionado por las ganas o no de entrenar. 

El plan empezó más o menos bien, con constancia y con buen feeling, pero justamente por la semana 5 empecé a sentirme muy decaído, sin ganas y a veces hasta con fiebres intermitentes.  Aúnque obviamente ya el plan empezó a no cumplirse, no le paré mucho al malestar pensando que debia ser una de esas gripes que así como vienen se van.  Total que entre dias malos, otros peores, un diagnóstico de malaria (que no quise creer, pero que sin embargo me mediqué homeopáticamente para tal), se perdieron 2 semanas de entrenamiento.  Del Plan, pues, quedaba muy poco.  Ya de por sí muy ajustado, ahora se veía reducido a unas 6 semanas.

El énfasis debía ser puesto en hacer los largos.  Me pareció buena idea hacer los 19K del Reto de las Arenas (finalmente fueron un poco más de 17K), el 25/10.  Me fué bien: Segundo lugar mayores de 50 y un ritmo aceptable de 6'/K.  El 01/11 corrí 14K a ritmo 5'50''.  El 08/11 corrí la Nike.  El 15/11 me puse de acuerdo con Félix y Mayde para hacer 25K en Parque del Este.  El ritmo planteado iba a ser 5'50'' y así arrancamos, con Félix marcando el paso.  Me costó mucho al comienzo, pues acostumbro empezar muuuy lento, digamos que mi motor tarda en calentar, pero ya para el K3 estaba en ritmo y cómodo.  Por el K11 decidí que iba a apretar un poco por unos 5K para ir probando algo que suelo hacer en carreras: Apurar como por la mitad y luego terminar con lo justo. Logré hacerlo por los 5K planteados, pero después no pude ni siquiera seguir al ritmo anterior y ya en el 20 francamente había bajado demasiado.  Hice 2K más a un ritmo lamentable de casi 7' y eso fue todo.  Aprendí que NO debo entusiasmarme con cambios de ritmo a mitad de carrera, me puede costar muy caro, y por supuesto algo que ya sabía: Debo empezar a mi propio ritmo.

Siguiendo con la progresión de los largos, el Domingo 22/11 decidí que iba a hacer aproximadamente 30K.  En este caso los últimos 30 de la carrera como tal, es decir, iba a hacer hacer la ruta exacta de la carrera a partir de Chacao. Para simular mejor todavía decidí arrancar a las 7 a.m. , que es la hora aproximada en la que yo estimo estaré en este punto. En anterior medición mia a la altura de Chacao me dieron 12,5K, por lo tanto el recorrido debia ser de unos 29,5K.  El problema era la hidratación, así que me tocó cargar con todo lo que iba a beber: Casi 1 lt. de agua y 1/2 lt. de Gatorade, además de un par de conservitas de guayaba. Empecé a un ritmo muy lento, de casi 7' pero poco a poco mejorando hasta que ya por la principal de Colinas iba unos 10'' por debajo de 6'.  Así llegué hasta el comienzo de la subida del cafetal, y bajé un poquito, para después subirlo nuevamente en la bajada y conservarlo así casi hasta Aerocav en la Rio de Janeiro.  Por ahí baje un poco para comerme una de las conservitas y afrontar la subida del Llanito. En esa tónica seguí en el retorno por la Riode Janeiro, donde ya a la altura de Chuao empecé a sentir el castigo del sol en la espalda.  Sin embargo llegué bien a Las Mercedes, no sin antes sufrir un poco en la subida de Rescarven.  Cuando pasé por debajo del elevado hacia el Rosal llevaba casi 27K y se presentó la primera subida, que quise pasarla apurando. Para que lo hice?... cuando tuve que afrontar la subida de Centro Lido no tuve fuerzas y tuve que caminar. Estando cerca de casa....porque no dar por concluída la sesión?...pues NO. Un trago más de Gatorade (el último) y a concluir lo empezado.  A buen ritmo recorrí el tramo hasta la Plaza altamira y terminé en 2h 57' a un ritmo promedio de 6' 02''.

De esta sesión me queda haber sentido en directo lo duro que es la subida del cafetal.  No por el grado de pendiente, sino por lo larga.  Yo la afronté con apenas 9K encima, y el dia de la carrera habrá que hacerlo con 21 encima.  Lo otro es que debo tomarme con mucha calma 3 subidas en particular: la de Rescarven, la que sube al Rosal y la de centro Lido.  Bajar el ritmo y de ser necesario caminar.

Y finalmente, aúnque muchos piensan que el largo más largo debe hacerse 3 semanas antes de la carrera, yo decidí hacer un largo más, esta vez sin procuparme mucho de la distancia sino enfocado en el tiempo: correr mínimo 3h 15'.  Elegí la Cota Mil por varias razones: No quería tener la preocupación del tráfico, me permitía afrontar variedad de pendientes y es un escenario que me gusta.

Así pues empecé en la bomba de San Ignacio subiendo, y terminé en el mismo punto, bajando. Al llegar a la Cota seguí hacia San Bernardino y llegué casi hasta el final (o el comienzo?).  Me devolví  hasta la Urbina, otra media vuelta hacia el Oeste hasta el monumento a boyacá, nuevo giro de 180° y a empalmar con la principal de la Castellana bajando, que la hice más bien frenando, sin dejarme llevar por la gravedad.

Fueron en total 3h 16' para 32.9 K a un ritmo promedio de 6' 01''.  Me pareció bueno dadas las condiciones de la ruta y también las del clima, muy caluroso por la hora , pues empecé como a las 8:30.

En general las sensaciones fueron buenas, y esta vez sí, ese será el último largo previo a la carrera.  Lástima que no hice otro más de unos 36K, pues según mi experiencia en anteriores maratones, el último de los cuales lo corrí hace 13 años, para mí aquella famosa "pared" se me presenta alrededor del kilómetro 34.  Pero esos eran otros tiempos, en los que aspiraba bajar de 3h 20'.  Esta vez, dadas mis actuales condiciones, y por lo visto en cancha aspirar a 4h 10' parece un buen objetivo y voy a por él.  En todo caso trataré de no preocuparme por el cronómetro sino por culminar el recorrido.

Nos vemos pués en la salida del Parque y, espero, en la llegada en Altamira.  Unos compartiendo transpiración y esfuerzo y otros dando su palabra de aliento, tan importante en estos casos.

1 comentario:

Félix dijo...

Me gusta todo lo que abarca el título de esta entrada. Ha sido cuesta arriba tanto para ti como para mí llegar en buenas condiciones ni el recorrido será fácil tampoco. ¡Qué complicación!

Vamos a estar cerca en cuanto a tiempo se refiere. Antes del dengue me había planteado buscar 3:50, pero por los entrenamientos creo que voy a estar cerca de 4:10 también. El día que corrimos aguanté sólo 21k al ritmo y luego sufrí los últimos 4k.

Muchos nos quedamos cortos con los entrenos, pero es difícil que todo cuadre perfectamente. El hecho es que tenemos maratón en nuestro patio y hay que disfrutarlo y apoyarlo. ¡Allá nos veremos!