En esta ocasión no me sentí preparado para correr esta emblemática prueba, así que para no quedar absolutamente al margen de élla, decidí tirármelas de fotógrafo, y elegí como escenario las cercanías de la casita del guardaparques del Estribo de Duarte. Justo donde se termina de bajar la pica y hay una corta subida para llegar a dicha casita.
Felicitaciones a todos los que participaron en esta durísima prueba. Me ví reflejado en varios de éllos que bajaban la pica casi a rastras y pasaban a mi lado con el cansancio reflejado en sus rostros.